30 de junio de 2012

¿Cómo se ve El Vizcaíno?

Describiremos algunos los ecosistemas que se pueden apreciar en la reserva, que además de albergar a diversas y maravillosas especies, son todo un espectáculo visual para los visitantes. Primero tenemos los manglares que son una formación vegetal leñosa, densa, arbórea o arbustiva de 1 a 30 metros de altura, 

compuesta de una o varias especies de mangle y con poca presencia de especies herbáceas y enredaderas. Las especies de mangle que lo componen son de hoja perenne, algo suculenta y de borde entero. Brindan una gran variedad de servicios ambientales: son zonas de alimentación, refugio y crecimiento de juveniles de crustáceos y alevines, por lo que sostienen gran parte de la producción pesquera, son utilizados como combustible (leña), poseen un alto valor estético y recreativo, actúan como sistemas naturales de control de inundaciones y como barreras contra huracanes e intrusión salina, controlan la erosión y protegen las costas, mejoran la calidad del agua al funcionar como filtro biológico, contribuyen en el mantenimiento de procesos naturales tales como respuestas a cambios en el nivel del mar, mantienen procesos de sedimentación y sirven de refugio de flora y fauna silvestre, entre otros.  

Seguramente has escuchado sobre los oasis que viajeros afortunados y desesperados encuentran en medio del desierto... Pues en el Desierto del Vizcaíno los podemos encontrar. Un desierto es un bioma que recibe pocas precipitaciones. Tienen reputación de tener poca vida, pero eso depende de la clase de desierto; en muchos existe vida abundante, la vegetación se adapta a la poca humedad y la fauna usualmente se esconde durante el día para preservar humedad. El establecimiento de grupos sociales en los desiertos es complicado y requiere de una importante adaptación a las condiciones extremas que en ellos imperan. 

Un oasis es un paraje de un desierto en el cual se pueden encontrar agua y vegetación. Suelen constituir porciones más o menos extensas de terreno fertilizadas por una fuente de agua en medio de los arenales, lo que los vuelve un 'milagro del desierto'.

Pero quizá lo más impresionante del Vizcaíno sean sus dunas costeras que corresponden a montículos de arena sujetos a la acción del viento. Se encuentran en todas las costas arenosas, a la orilla de ríos, lagos o del mar. Adquieren diversidad de formas y tamaños. Presentan una altura variable, desde menos de un metro hasta centenares de metros. Se encuentran detrás de la zona de la playa donde llegan las mareas mas altas. Estas requieren la coincidencia de tres “ingredientes” para su formación: sedimentos de tamaño adecuado, viento intenso y obstáculos (plantas, rocas, troncos, etc.) Los obstáculos más eficaces son las plantas, ya que crecen a medida que se va depositando la arena. 

Literalmente son el lugar donde el desierto se une con el mar.

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